Las vitaminas del complejo B juegan un rol fundamental en la salud cerebral. Su déficit puede provocar fatiga mental, deterioro cognitivo y otros problemas neurológicos.
- B1 (Tiamina): Favorece la memoria y la concentración.
- B6 (Piridoxina): Reduce la inflamación cerebral y mejora el estado de ánimo.
- B9 (Ácido fólico): Esencial para la regeneración neuronal.
- B12 (Cobalamina): Previene la pérdida de memoria y protege contra la demencia.
Estudios han demostrado que una deficiencia prolongada de vitamina B12 está relacionada con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Incluir alimentos ricos en vitamina B, como carnes magras, huevos, lácteos y vegetales de hoja verde, ayudará a mantener tu cerebro en óptimas condiciones. Además, un adecuado consumo de vitamina B puede mejorar la producción de neurotransmisores esenciales para la función cerebral.